“Lo que me está molestando incesantemente es la cuestión de qué es realmente el cristianismo, o quién es realmente Cristo, para nosotros hoy… Incluso aquellos que honestamente se describen a sí mismos como «religiosos» no actúan como tal, y por lo tanto probablemente quieren decir algo muy diferente por «religiosos».
Dietrich Bonhoeffer, Segunda Guerra Mundial
Bonhoeffer fue un ministro luterano alemán que fue encarcelado y asesinado por criticar el gobierno nazi, y a la iglesia, que se confabuló con este gobierno. Este es un ejemplo de cómo la iglesia, desde sus inicios, ha luchado con preservarse a sí misma o actuar como Jesús. Cuando la iglesia ha optado por preservarse a sí misma, muchas personas también han optado por alejarse de la religión formal y acercarse, por otro lado, a nuevas formas de espiritualidad.
Hoy día, existe entre un sector de la población, incluso dentro de la iglesia, que afirma lo siguiente: “Yo no busco una religión, sino una relación.” No hay duda que es una crítica a la religión formal, pero ¿qué significa? ¿No es acaso el cristianismo una religión? ¿Se puede ser cristiano sin ser religioso?
Diana Butler Bass, en su libro Cristianismo luego de la religión, afirma que cuando ofrece conferencias en las iglesias, les pide que escriban lo que piensan acerca de estas dos palabras: RELIGION y ESPIRITUALIDAD. Esto es un resumen de las respuestas:
RELIGION | ESPIRITUALIDAD |
Institución | Experiencia |
Organización | Conexión |
Reglas | Trascendencia |
Orden | Buscar |
Dogma | Intuición |
Autoridad | Oración |
Creencias | Meditación |
Edificios | Naturaleza |
Estructura | Energía |
Definido | Abierto |
Principios | Sabiduría |
Jerarquía | Vida Interior |
Ortodoxo | Doce Pasos |
Limites | Inclusive |
Certidumbre | Duda |
No hay duda de que aun dentro de las iglesias hay una percepción un poco negativa hacia la religión y una más positiva hacia la espiritualidad. La crítica va en la dirección de que la iglesia se ha preocupado tanto por sí misma que ha perdido la capacidad conectar a las personas con Dios, y transformarlas para ser más como Jesús. La crítica propone que en las iglesias hay muchos miembros, pero pocos seguidores de Jesús; que la institución es más importante que la misión. Aunque mi propósito con este mensaje no es criticar la iglesia, la realidad es que hay algo de razón en todo esto. Les explico.
Hechos 2:42-47 nos dice que:
…las cuales se mantenían fieles a las enseñanzas de los apóstoles y en el mutuo compañerismo, en el partimiento del pan y en las oraciones. Al ver las muchas maravillas y señales que los apóstoles hacían, todos se llenaban de temor, 44 y todos los que habían creído se mantenían unidos y lo compartían todo; 45 vendían sus propiedades y posesiones, y todo lo compartían entre todos, según las necesidades de cada uno. 46 Todos los días se reunían en el templo, y partían el pan en las casas, y comían juntos con alegría y sencillez de corazón, 47 mientras alababan a Dios y brindaban ayuda a todo el pueblo. Y cada día el Señor añadía a la iglesia a los que habían de ser salvos.
A los primeros cristianos no se les conoció tanto por lo que decían que creían, sino por la forma en que vivían. La gente era cristiana porque eran seguidores de Jesús. Su credo, Jesucristo es el Señor, era un estilo de vida. Creer no era un asunto abstracto, mental o racional, sino un compromiso con serle fiel a Jesús hasta la muerte. Era un voto de fidelidad. Cuando buscamos el significado de creer, en los primeros siglos significaba: “confianza en Dios”, “lealtad a una persona basada en una promesa”. No es hasta el siglo catorce que creer se define como “la aceptación mental de algo como cierto.” Es por esto que a los cristianos del primero siglo se les conocía como la gente del Camino, según nos dice Hechos 9:1-2:
Saulo aún lanzaba amenazas de muerte contra los discípulos del Señor cuando fue a ver al sumo sacerdote. 2 Allí le pidió cartas para las sinagogas de Damasco para que, en caso de hallar a hombres o mujeres de este Camino, los pudiera llevar presos a Jerusalén.
No es hasta el siglo cuarto después de la era cristiana, que la iglesia decide escribir su credo, sus creencias. Pero esas creencias no dieron paso a una conducta particular, sino que los credos fueron el resultado de la forma en que ellos ya vivían. Los credos fueron una expresión de su fe, que era un estilo de vida; ante tantas opiniones de lo que era el cristianismo.
Ante lo que nos presenta Hechos, ¿qué escogeríamos? ¿religión o espiritualidad? Cuando miramos la definición de religión, la misma viene de la palabra religio, que significa “encuentro, reverencia, devoción hacia lo divino.” Religión es todo lo que hacemos para conectarnos con Dios. Por definición no es algo negativo, todo lo contrario. Por otro lado, espiritualidad se define como las prácticas que nos permiten transformar o nutrir nuestro espíritu. Tampoco es algo negativo. Esto quiere decir que no tenemos que escoger entre una y otra. Más allá de la palabra que escojamos, lo importante es que el cristianismo debe ser un encuentro con Dios que nos transforma para ser más como Jesús, que decidió servir y no ser servido.
En una ocasión, Jesús tuvo en encuentro con los judíos sobre el tema de la religión. Juan 5:1-18 nos dice:
Después de estas cosas había una fiesta de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén. 2 En Jerusalén, cerca de la puerta de las ovejas, hay un estanque, llamado en hebreo Betesda, el cual tiene cinco pórticos. 3 En ellos yacían muchos enfermos, ciegos, cojos y paralíticos [que esperaban el movimiento del agua, 4 porque un ángel descendía al estanque de vez en cuando, y agitaba el agua; y el primero que descendía al estanque después del movimiento del agua, quedaba sano de cualquier enfermedad que tuviera.] 5 Allí había un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo. 6 Cuando Jesús lo vio acostado, y se enteró de que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo: «¿Quieres ser sano?» 7 El enfermo le respondió: «Señor, no tengo a nadie que me meta en el estanque cuando el agua se agita; y en lo que llego, otro baja antes que yo.» 8 Jesús le dijo: «Levántate, toma tu lecho, y vete.» 9 Y al instante aquel hombre fue sanado, y tomó su lecho y se fue. Pero aquel día era día de reposo, 10 así que los judíos le dijeron a aquel que había sido sanado: «Hoy es día de reposo; no te está permitido llevar tu lecho.» 11 Pero él les respondió: «El mismo que me sanó fue el que me dijo: “Toma tu lecho y anda”.» 12 Entonces le preguntaron: «¿Y quién fue el que te dijo: “Toma tu lecho y anda”?» 13 Pero el que había sido sanado no sabía quién lo había sanado, pues Jesús se había apartado de la gente que estaba en aquel lugar.14 Después Jesús lo encontró en el templo, y le dijo: «Como puedes ver, has sido sanado; así que no peques más, para que no te sobrevenga algo peor.» 15 Aquel hombre se fue, y les hizo saber a los judíos que el que lo había sanado era Jesús,16 y por eso los judíos lo perseguían y procuraban matarlo, porque hacía esto en el día de reposo. 17 Pero Jesús les respondió: «Hasta ahora mi Padre trabaja, y yo también trabajo.» 18 Por esto los judíos con más ganas procuraban matarlo, porque no sólo quebrantaba el día de reposo sino que, además, decía que Dios mismo era su Padre, con lo cual se hacía igual a Dios.
Jesús, ante la necesidad de una persona, no le importó que fuera sábado y le sanó. Ante esto, es criticado por los judíos. Los judíos tenían un sistema religioso al cual se habían apegado demasiado, al punto de poner el sistema por encima de las necesidades de las personas. Jesús ya había tenido conflicto con los judíos en otras ocasiones por esto. La intención de Jesús no era abolir el sábado, ni quitarle importancia, sino interpretarlo correctamente. En otro verso de la biblia, Marcos 2:27-28 dice:
El día de descanso se hizo para satisfacer las necesidades de la gente, y no para que la gente satisfaga los requisitos del día de descanso. 28 Así que el Hijo del Hombre es Señor, ¡incluso del día de descanso!
Con esto, Jesús les estaba diciendo a los judíos que su sistema religioso debía ayudarles a servir a la gente, no obstaculizar ese servicio. Por eso les dice en el verso 17:
Mi Padre aún hoy está trabajando, y yo también trabajo.
Jesús hace dos cosas con esto. Primero, pone en el lugar correcto a los sistemas y a la gente: la gente siempre va primero que los sistemas. Segundo, les informa que había llegado el nuevo sistema religioso, que era mucho mejor y que trascendía su actual sistema: Él mismo. Jesús sería ahora el nuevo sistema religioso. Ahora, al tener a Jesús, lo importante sería conectarnos con Dios para servir al prójimo.
¿Religión o espiritualidad? La respuesta correcta es: JESÚS. Nuestra religión, el cristianismo, debe ayudarnos a conectarnos con Dios de manera que podamos ser transformarnos y ser como Jesús que puso a la gente primero que a sí mismo. Todo lo que hacemos en la iglesia debe tener eso como meta final: adoración, servicio, ministerios, música, programación, decoración, etc…
Fijemos la mirada en Jesús, el autor y consumador de la fe, quien por el gozo que le esperaba sufrió la cruz y menospreció el oprobio, y se sentó a la derecha del trono de Dios. (Hebreos 12:2)
¿Me parezco más a Jesús? ¿Nos parecemos más a Jesús? Esa es la forma en que podemos saber si lo que estamos practicando es saludable o no. Los credos son importantes, pero no son una experiencia teórica, sino una expresión de la fe que vivimos. El centro de todo es Jesús.