Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?: Abriéndole paso al lamento
La cruz nos enseña que necesitamos abrirle paso al lamento, es quizás la mejor respuesta en estos momentos. No hay orden, certeza y respuestas, pero hay un Dios que nos escucha, responde, consuela y sana cuando sufrimos. Continúa leyendo Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?: Abriéndole paso al lamento