Apocalipsis 1
Hoy comenzamos una de las series de predicación más esperadas del año: nuestro estudio del libro de Apocalipsis. El libro de Apocalipsis sigue siendo uno de los libros de la Biblia más estudiados, y a la misma vez, uno de los menos entendidos. Existe mucha confusión de lo que verdaderamente es el mensaje central de Apocalipsis. Mal estudiado, Apocalipsis puede ser una fuente de ansiedad y desesperanza, cuando en realidad su propósito fue y sigue siendo el consolar y llenar de esperanza a la iglesia cristiana.
Hoy, al comenzar esta serie, quisiera establecer el mensaje central de Apocalipsis: Apocalipsis no es un libro que nos dice cuándo será el fin, sino cómo será ese fin: Cristo vencerá el mal; por lo tanto, no debemos claudicar ante el mal (por más fuerte que parezca), sino denunciarlo y ser fieles a Cristo, el único que merece nuestra adoración (aunque eso nos cueste). A lo largo de estas cuatro semanas veremos este mensaje central en cuatro pequeños mensajes: 1) el significado del libro para la iglesia del primer siglo, 2) el significado del libro para la iglesia hoy, 3) el juicio final, y 4) la segunda venida de Cristo.
Para comenzar, es importante entender que el libro de Apocalipsis se ha estudiado de diferentes formas a lo largo de la historia. Las cuatro principales formas de estudiar el libro son las siguientes: 1) Idealista: estudia el libro como uno que presenta las batallas eternas entre el bien y el mal, y que Cristo triunfará. Bajo esta forma, el libro no está dirigido a un momento específico de la historia, sino a presentar una verdad eterna: el bien siempre triunfa sobre el mal. 2) Histórica: estudia el libro como una cronología de eventos que se han dado y seguirán dando a lo largo de la historia, que ya están escritos en Apocalipsis. 3) Futurista: estudia el libro como hechos futuros que no han pasado y se darán justo antes del regreso de Cristo. Esta es la metodología más usada por los evangelistas, libros y televisión. Uno de sus exponentes fue Charles Scofield. 4) Crítica: estudia el libro como un escrito dirigido a unas personas en un contexto particular de la historia; y que de la misma forma que tuvo un significado para esas personas, también lo tiene hoy día. Este es el enfoque más popular entre los eruditos bíblicos hoy. En estas próximas cuatro semanas, yo utilizaré la metodología crítica, para explicar el significado que tuvo el escrito para la iglesia del primer siglo, y el significado que tiene para la iglesia hoy.
El primer paso para entender el significado que tuvo Apocalipsis a la iglesia del primer siglo, es entender la realidad de la iglesia en aquel momento. La iglesia cristiana acababa de nacer. Esta iglesia naciente comienza a moverse desde Jerusalén hasta otros lugares de Asia Menor, lo que hoy es Turquía. Allí en Turquía, las condiciones para esta iglesia naciente eran complejas, porque estaban bajo el dominio del imperio romano. Las implicaciones de estar bajo el imperio romano eran varias, siendo la principal que existía un culto al emperador. Domiciano, emperador romano en el tiempo que se escribe Apocalipsis (90-96 d.C.), promulgó un edicto en donde se proclamaba “Nuestro Señor y Dios Domiciano”. Esto traía a la iglesia un problema serio, porque era obligada a adorar al emperador. En adición a esto, el imperio explotaba, marginaba y perseguía a la iglesia cristiana. Los/as cristianos eran acusados de ateos/as, por no aceptar al emperador como dios; de seguir a un criminal; y de canibalismo (porque comían el cuerpo de su líder). Además, el cristianismo era una amenaza para el imperio, porque al no tener un templo, se reunían en las casas privadas de los/as cristianos/as.
En pocas palabras, la iglesia estaba enfrentando su supervivencia como cuerpo de Cristo. Ante la amenazas de muerte por parte del imperio, los/as cristianos/as tenían varias opciones: abandonar su fe cristiana, mentir y simular adoración al emperador, luchar por medio de la violencia, cambiar la ley y eliminar la adoración imperial, adorar a Cristo y al emperador a la vez (no tener adoración exclusiva), o ser fieles a Cristo, aunque eso conllevara la muerte. Ante esta realidad, se escribe el libro de Apocalipsis con un propósito principal: invitar a la iglesia a esta última opción, ser fieles hasta la muerte.
Ante la tentación de abandonar la fe cristiana, el autor de Apocalipsis les recuerda que Cristo era el único que merecía su adoración, y que debían mostrar fidelidad ante las fuerzas del mal. Si resistían y eran fieles, disfrutarían de vida eterna. Además, el autor aprovecha para denunciar este atropello y abuso de poder del imperio hacia la iglesia, y afirmó que Roma representaba a Satanás; y que al final de todo, Dios mismo iba a juzgar y destruir a Roma. Ante esto, la única verdadera opción era esperar esta intervención de Dios. El mensaje de Apocalipsis se puede resumir de la siguiente manera: Resiste, porque al final de todo, Roma será destruida y Cristo vendrá y reinará otra vez sobre la tierra.
Esta invitación llenaba de consuelo a la iglesia, porque le daba la esperanza de que ser fieles a Cristo valía la pena. Además, les llenaba de esperanza, al entender que el mal y Satanás nunca tendrían la última palabra; sino que al final de todo, Cristo vencería. Ante un sistema injusto, Dios haría justicia; Dios estaba en control del mundo. Samuel Pagán resume el propósito del libro de la siguiente manera: “La iglesia debe permanecer fiel en la crisis, pues toda la historia humana está en las manos de Dios. El mundo y la humanidad no están a merced y capricho de los emperadores, pues en esta visión apocalíptica de la vida, Dios mismo guiaría la historia hasta la consumación final”.
¿Quién escribe este mensaje y cómo lo hace? No tenemos claro quién escribió el Apocalipsis. Sabemos que se llama Juan, pero al comparar la forma en que escribe este Juan con el Juan de los Evangelios, la mayoría de los eruditos bíblicos se inclinan a establecer con son diferentes personas. Sí sabemos cómo se escribe el libro; en tres formas o géneros literarios: carta, apocalipsis y profecía. Apocalipsis es una carta pastoral que escribe Juan a las iglesias de Asia Menor, representadas por estas siete iglesias que se mencionan en los capítulos 2 al 4, invitándoles a ser fieles a Cristo en medio de la persecución imperial. Sabemos que es una carta, porque contiene los elementos básicos de una carta.
Apocalipsis también cae en el género literario llamado apocalipsis. En este género, existe una revelación divina que es mediada por un personaje angelical, que narra lo que está pasando y lo que ocurrirá. Esta revelación se da en medio de un contexto en donde los que sufren se ven impotentes de cambiar la historia, por lo que solo una intervención divina puede verdaderamente cambiarlo todo. Esta revelación usualmente viene por medio de sueños o visiones. Esta revelación trae consuelo y esperanza a quienes la reciben, porque son invitados a esperar por esta intervención de Dios. Daniel es un libro de la Biblia que también cae dentro del género literario de apocalipsis.
El género del apocalipsis tiene un gran reto: utiliza los símbolos para explicar la revelación. No usa un lenguaje literal, sino simbólico. En el caso del libro de Apocalipsis, la mayoría de los símbolos tienen que ver con Cristo, el Espíritu Santo, Roma, Satanás, el bien y el mal. Les doy un ejemplo. El número siete es símbolo de perfección, del bien, de Cristo y del Espíritu Santo. El número seis, uno menos que el siete, es símbolo de imperfección, del mal y de Satanás. A lo largo del libro, Juan habla de Cristo como el triple siete (777) y de su resurrección como el triple ocho (888). Por otro lado, Juan afirma que Roma es Satanás, y para eso utiliza el triple seis (666), para decir que Roma representa la imperfección, el mal y Satanás. Cuando un cristiano prefería adorar al emperador que a Cristo, éste era entonces marcado con el número de la bestia (otro nombre para Roma) que era el 666; número asociado con el imperio romano.
Además, se cree que el triple seis (666) se relaciona con Nerón, el primer emperador romano que persiguió a la iglesia. Las letras del nombre Nerón, también un significado numérico, y cuando se suman, el total es 666. En adición, Roma también es llamada Babilonia, porque Babilonia fue quién destruyó el templo judío en el 586 a.C., al igual que lo hizo Roma en el año 70. Por otro lado, cuando se habla del falso profeta, Juan está hablando de los religiosos que claudicaban ante las presiones del imperio romano. El falso profeta, más que una persona, se refería a la iglesia que decía ser fiel a Cristo, pero en realidad estaba adorando al emperador y servía a los propósitos de la bestia.
Por último, el libro de Apocalipsis cae dentro del género de la profecía. Desde el Antiguo Testamento, los profetas eran mensajeros de Dios. El rol principal de los profetas era proclamar un mensaje de esperanza en medio de la crisis. Recordaban la capacidad divina para intervenir, y prometían una restauración divina. Juan, el autor de Apocalipsis, es un vidente, porque es tomado por el Espíritu de Dios y recibe una visión para la iglesia. En esta visión, Cristo es el Señor de la tierra, el que vence a Satanás. Esta visión es una profecía, porque presenta la intervención divina que derrotará por siempre al mal. El llamado principal de Apocalipsis, desde la perspectiva de la profecía, es entonces a obedecer a Cristo y ser fieles a Dios mientras llega esa intervención.
Cuando leemos entonces el capítulo 1, vemos todo lo que acabo de explicar: una visión que recibe Juan, quién se encuentra en Patmos, para las iglesias de Asia Menor, invitándoles a ser fieles a Cristo en medio de la tentación de adorar al emperador. En el capítulo 1 se dedica a afirmar que Cristo es el Señor, y no el emperador. Luego, en los capítulos 2 y 3 Juan invita a las iglesias a permanecer en el primer amor (Éfeso, 2:4) y a ser fieles hasta la muerte (Esmirna, 2:10). A aquellos que mientan y digan que son cristianos pero se postren ante el emperador, Juan entonces les llama tibios (Laodicea, 3:16).
En resumen, el libro del Apocalipsis fue para la iglesia del primer siglo como lo es un amanecer para la noche oscura. El amanecer es la promesa que luego de la noche el sol saldrá. Si la noche se asocia con el sufrimiento, el amanecer es la promesa de que ese sufrimiento acabará en la mañana. El amanecer es símbolo de esperanza, porque no tenemos control sobre el mismo, pero sabemos que aparecerá. Ese conocimiento del futuro, afecta nuestro presente. Al saber que habrá un amanecer, soportamos el sufrimiento porque sabemos que pronto acabará.
El Apocalipsis fue como un amanecer para la iglesia cristiana del primer siglo que sufría injustamente a causa del imperio romano. Ante este sufrimiento, Juan les recordó que la noche era pasajera, y que el amanecer haría su entrada. El sufrimiento sería pasajero, porque Cristo vendría, destruiría a Roma, y reinaría sobre la tierra. Si esto era así, solo era cuestión de esperar. Este mensaje consoló a la iglesia y la motivó a ser fiel a Cristo, denunciando así las fuerzas del mal, representadas por Roma. ¿Cómo este libro es un amanecer para la iglesia del siglo 21? ¿Cómo Apocalipsis es un libro de esperanza para nosotros/as hoy? Esto lo veremos la próxima semana, te espero.
“Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. 11 »Bienaventurados serán ustedes cuando por mi causa los insulten y persigan, y mientan y digan contra ustedes toda clase de mal. 12 Gócense y alégrense, porque en los cielos ya tienen ustedes un gran galardón; pues así persiguieron a los profetas que vivieron antes que ustedes” Mateo 5:10-12